UTOPÍA
AC/DC 

Leganés es una gran ciudad fronteriza, fronteriza de Madrid y del campo, uno de esos sitios que hace años se llamaban ciudades-dormitorio y que hoy son grandes urbes, aunque con el padecimiento urbanístico del crecimiento súbito; los leganenses se sienten parientes de los escoceses -Lago Ness / Leganés-; cabe la Plaza de Toros, llamada La Cubierta, porque lo está con una práctica, pero horrenda cúpula, hay una calle que no se va a dedicar a Joselito o Belmonte, ni siquera a El Cordobes viejo o Palomo Linares, que avecina muy cerca, no, la calle se va a llamar AC/DC (lo siento por el cartero) siglas que definen un famoso -y bueno- grupo heavy australiano; el cosmopolitismo de la decisión es indiscutible y méritos no faltan a la banda de rock que tiene en Leganés un núcleo duro de seguidores y a ellos, hay que resignarse, AC/DC les dice más, aunque no lo entiendan, que Góngora, la Piquer o Felipe II y en su imperio de CDs y cassettes tampoco se pone el sol.